miércoles, 27 de noviembre de 2013

Aumentan las amenazas a los profesores

Los profesores han lanzado un mensaje alto y claro a través del Defensor del profesor de ANPE. El nivel de abusos por parte de alumnos y padres sigue en aumento y ya hay algunos docentes que han dejado la profesión. La psicóloga y Coordinadora del Defensor del Profesor, Inmaculada Suárez Valdés, desgrana los problemas básicos entre alumno y profesor.

Un 90% de los niños de 6-11 años y un 83% de preadolescentes no pasan solos toda la tarde de los días lectivos. Un dato preocupante para Suárez, que los 'niños llaveros', aquellos que llegan a casa después de clase y se encuentran solos, "bajan en el rendimiento ya que la función y el papel del padre es muy limitado. No es lógico que un niño llegue a casa y siempre se encuentre solo. El niño se pasa muchas horas al frente de la tele, la consola, intenet.. y esto influye en el rendimiento".

Suárez habla de cuatro tipos de padres:

1.- Padre helicóptero: pone a su hijo en el centro y hace un barrido de todo lo que está a su alrededor con la intención de que nada dañe a su hijo. 
2.- Padre superprotector: considera que su hijo está siempre indefenso y hace todo lo posible por protegerle.
3.- Padre consentidor: debido al poco tiempo que pasan con sus hijos intentan darles todo lo que piden.
4.- Padre que cumple con su función: Aquel que como buen padre responsable limita a su hijo en aslgunos aspectos y deja libertad en otros.
Los síntomas de la actitud de los niños frente a los profesores son claras. Los niños que adoptan una función de respeto; el niño que tiene como norma el enfrentamiento, el líder de la manada y el que tiene una actitud pasota, no considera al profesor como autoridad.

¿Cómo se puede resolver?

La solución para que el profesor no tenga amenazas del padre y del alumno es clara según apunta la psicóloga Suárez. "El padre y el profesor tienen que actuar de la mano. El niño tiene que que ver al profesor como la persona que enseña y el padre también y apoyarle en todo lo que haga para que el niño vea que hay una autoridad".

Los padres también necesitan clases

El profesor como chivo expiatorio de los problemas personales es la táctica que ponen en práctica algunos de estos padres para intentar atajar cualquier dificultad que surja con su hijo, bien sea de aprendizaje bien de comportamiento sin analizar ni querer ver cuál es la realidad de la situación ni el origen del problema.

El modo en que las últimas generaciones de padres y madres están educando a sus hijos, con un progresivo debilitamiento de la autoridad familiar, la ausencia de pautas y normas de conducta están produciendo efectos muy negativos en los hábitos, actitudes y comportamiento de sus hijos en los centros escolares.
Como consecuencia de esta educación, que consiste en no poner a los hijos ningún tipo de límites, no contradecirles nunca, dejarles hacer lo que les venga en gana, se está creando una generación de jóvenes tiranos y egocéntricos, con grandes dificultades para seguir un proceso de enseñanza/aprendizaje, que por su naturaleza es exigente y riguroso.

Un cariño mal entendido, que se deforma en superprotección, hace que los padres estén dispuestos siempre a defender a sus hijos, a demostrarles que pase lo que pase, siempre estarán de su lado, lo que les lleva a actuar en muchas ocasiones de forma irracional y agresiva, considerando al profesor como un enemigo que pretende perjudicar a su hijo. Así los profesores han señalado en un informe algunos de los dramas que les ha tocado vivir en persona.


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