Boston la mira. El mundo la observa. Ella sale del coche,
tapada, convertida en una mujer musulmana más. No lo es. Su marido se
ha convertido en uno de los grandes enemigos de los bostonianos. Lo
será para siempre. Será el hombre que mordió a golpe de bomba la mano
que le dio de comer. Que le acogió.
Katherine Russell se ha convertido en una mujer a la que sigue solo una expresión. ¿Cómo pudo hacerla cambiar así? Ella era una chica americana a la que le gustaba salir con sus amigas los fines de semana y estudiar a diario para que sus padres pudieran presumir de hija.
La felicidad en la familia Russell era total hasta que la joven conoció a uno de los asesinos de Boston, Tamerlan Tsarnaev. Los medios americanos hablan de 'lavado de cerebro' por parte de Tsarnaev que la transformó de la noche a la mañana en el Islam. Fue conocerle y dejar de salir con los amigos, cambiar de sueños y estar siempre acompañada de su hijab.
Los que la conocieron de niña no pueden creer que esa chica que en el Instituto decía a sus compañeras “en esta vida no hay que quejarse de todo si no hacer algo”, ¿Cuál era el gran sueño de Katherine Russell? ¿Ser la mujer de un asesino? ¿Convertirse al islam? No. Su sueño era llegar a estudiar en la universidad y vivir cada día como si fuera el último.
Adoraba el baile y su sueño de terminar la universidad y convertirse en integrante de Cuerpos de la Paz, organización creada por Kennedy para ayudar en el extranjero.
Pero Russell conoció a Tsarnaev. El hombre que había luchado contra todo y contra todos para salir de Chechenia en busca de algo mejor, un hombre que no quería ser uno más, un hombre capaz de hipnotizar a quien tenía a su lado.
![Katherine Russell estaba casada con Tamerlan Tsarnaev y tenían una niña de tres años](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_sObrVm54opPhOFVqRNQxkPs5m2KeEXqmZ3oprIXQ0N5OfGhTFQGKuQpAtek55goVfSN-ucYQlQmMaEM-aNCtmtalG79YOQOf2jwtgxpoEsuZKHLApQSSDYGbtIGmrod39jV596H0RA-85rShrAZdoRtDMTKGd0m5CCKA93ozCSXzH1LKA4f4akSA=s0-d)
Y entonces los sueños de Katherine se convirtieron en los sueños de Tsarnaev, las ideas de Russell se tornaron en los de Tsarnaev. Llegó la boda, y llegó una hija, Zahara, que ahora cuenta con tres años. No recordará mucho a su padre, muerto a tiros tras matar a sus vecinos colocando bombas en un maratón donde había niñas como ella.
Cuando saltó la noticia del atentado, Kate, como la conocen sus amigos, se refugió en la casa de sus padres. El domingo regresó a la casa que tenía con su marido y su hija en Cambridge.
“No logramos entender cómo esta terrible tragedia ha podido ocurrir, lo único que hemos entendido es que no conocíamos de verdad a Tamerlan Tsarnaev”, señalaron los padres de Katherine, que siempre han estado al lado de su hija.
No la ven igual que siempre sus amigos, que vivieron su transformación con menos empatía que unos padres que siempre buscaron la felicidad de su hija, fuera como fuera. Russell nunca ha dejado de ser una chica familiar muy pegada a su familia, pero sus amigos de la infancia, cuando la veían notaba que algo se había roto entre ellos: “"Yo la vi hace unos meses y ella estaba totalmente transformada. No era la misma persona que conocimos cuando era joven".
"Era una chica muy americana a la que le lavó el cerebro un marido super-religioso. Nadie entiende lo que le pasó", agrega otro amigo. "Ninguno de nosotros hubiera imaginado que se casaría tan joven o abandonaría la universidad y tendría un bebé”, comentan todos con incredulidad,
La infancia de Kate fue fácil pero intensa. Residió en Plymouth, Dorset o Greenwich - donde muchos de sus amigos todavía viven. Es la mayor de tres hermanas, hija de un médico, Dr. Warren Russell y la enfermera Judith, en una familia llena de valores.
En 2004 Katherine siguió sus estudios en la Escuela Secundaria North Kingstown donde participó varias obras de teatro. Fue miembro del equipo de danza y el Club de Arte.
Katherine era un estudiante en la Universidad de Suffolk, Boston, cuando conoció Tsaraev, un boxeador prometedor y atleta prominente. Su relación con Tsarnaev fue intensa. El la agredió en 2009 pero eso no hizo que Katherine se planteara su relación, que siguió adelante.
El FBI se pregunta ahora si Katherine conocía los planes de los hermanos Tsarnaev. No en vano, vivió con el pequeño (que permanece hospitalizado) mientras el mayor viajó a Daguestán, en el sur de la Rusia europea y se reunió con el yihadista Dolgatov.
Así que bajar de un coche tras ver al marido convertido en enemigo de América debe haber sido uno de los momentos más extraños y amargos de Russelll, que siguió saliendo a la calle como gran admiradora del islam, pesara a quien pesara, con la personalidad que mostraba en la juventud.
Su familia no lo está pasando bien. En uno de los últimos mensajes que escribió en el libro de la universidad, ya con su novio musulmán, dejó caer una frase a la que hoy gran parte de EEUU da vueltas, incluido el FBI: “No des nada por sentado", dice antes de citar una versos de la canción QuickSand del cantante David Bowie “No creas en ti mismo, no te engañes con la creencia. El conocimiento proviene de la liberación de la muerte”. Y un escalofrío recorre el cuerpo de todos. Y vuelve la pregunta de siempre: ¿Por qué Katherine Russell?
Katherine Russell se ha convertido en una mujer a la que sigue solo una expresión. ¿Cómo pudo hacerla cambiar así? Ella era una chica americana a la que le gustaba salir con sus amigas los fines de semana y estudiar a diario para que sus padres pudieran presumir de hija.
La felicidad en la familia Russell era total hasta que la joven conoció a uno de los asesinos de Boston, Tamerlan Tsarnaev. Los medios americanos hablan de 'lavado de cerebro' por parte de Tsarnaev que la transformó de la noche a la mañana en el Islam. Fue conocerle y dejar de salir con los amigos, cambiar de sueños y estar siempre acompañada de su hijab.
Los que la conocieron de niña no pueden creer que esa chica que en el Instituto decía a sus compañeras “en esta vida no hay que quejarse de todo si no hacer algo”, ¿Cuál era el gran sueño de Katherine Russell? ¿Ser la mujer de un asesino? ¿Convertirse al islam? No. Su sueño era llegar a estudiar en la universidad y vivir cada día como si fuera el último.
Adoraba el baile y su sueño de terminar la universidad y convertirse en integrante de Cuerpos de la Paz, organización creada por Kennedy para ayudar en el extranjero.
Pero Russell conoció a Tsarnaev. El hombre que había luchado contra todo y contra todos para salir de Chechenia en busca de algo mejor, un hombre que no quería ser uno más, un hombre capaz de hipnotizar a quien tenía a su lado.
Y entonces los sueños de Katherine se convirtieron en los sueños de Tsarnaev, las ideas de Russell se tornaron en los de Tsarnaev. Llegó la boda, y llegó una hija, Zahara, que ahora cuenta con tres años. No recordará mucho a su padre, muerto a tiros tras matar a sus vecinos colocando bombas en un maratón donde había niñas como ella.
Cuando saltó la noticia del atentado, Kate, como la conocen sus amigos, se refugió en la casa de sus padres. El domingo regresó a la casa que tenía con su marido y su hija en Cambridge.
“No logramos entender cómo esta terrible tragedia ha podido ocurrir, lo único que hemos entendido es que no conocíamos de verdad a Tamerlan Tsarnaev”, señalaron los padres de Katherine, que siempre han estado al lado de su hija.
No la ven igual que siempre sus amigos, que vivieron su transformación con menos empatía que unos padres que siempre buscaron la felicidad de su hija, fuera como fuera. Russell nunca ha dejado de ser una chica familiar muy pegada a su familia, pero sus amigos de la infancia, cuando la veían notaba que algo se había roto entre ellos: “"Yo la vi hace unos meses y ella estaba totalmente transformada. No era la misma persona que conocimos cuando era joven".
"Era una chica muy americana a la que le lavó el cerebro un marido super-religioso. Nadie entiende lo que le pasó", agrega otro amigo. "Ninguno de nosotros hubiera imaginado que se casaría tan joven o abandonaría la universidad y tendría un bebé”, comentan todos con incredulidad,
La infancia de Kate fue fácil pero intensa. Residió en Plymouth, Dorset o Greenwich - donde muchos de sus amigos todavía viven. Es la mayor de tres hermanas, hija de un médico, Dr. Warren Russell y la enfermera Judith, en una familia llena de valores.
En 2004 Katherine siguió sus estudios en la Escuela Secundaria North Kingstown donde participó varias obras de teatro. Fue miembro del equipo de danza y el Club de Arte.
Katherine era un estudiante en la Universidad de Suffolk, Boston, cuando conoció Tsaraev, un boxeador prometedor y atleta prominente. Su relación con Tsarnaev fue intensa. El la agredió en 2009 pero eso no hizo que Katherine se planteara su relación, que siguió adelante.
El FBI se pregunta ahora si Katherine conocía los planes de los hermanos Tsarnaev. No en vano, vivió con el pequeño (que permanece hospitalizado) mientras el mayor viajó a Daguestán, en el sur de la Rusia europea y se reunió con el yihadista Dolgatov.
Así que bajar de un coche tras ver al marido convertido en enemigo de América debe haber sido uno de los momentos más extraños y amargos de Russelll, que siguió saliendo a la calle como gran admiradora del islam, pesara a quien pesara, con la personalidad que mostraba en la juventud.
Su familia no lo está pasando bien. En uno de los últimos mensajes que escribió en el libro de la universidad, ya con su novio musulmán, dejó caer una frase a la que hoy gran parte de EEUU da vueltas, incluido el FBI: “No des nada por sentado", dice antes de citar una versos de la canción QuickSand del cantante David Bowie “No creas en ti mismo, no te engañes con la creencia. El conocimiento proviene de la liberación de la muerte”. Y un escalofrío recorre el cuerpo de todos. Y vuelve la pregunta de siempre: ¿Por qué Katherine Russell?
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