Un milagro. Así lo han calificado los médicos de un hospital
de Boston cuando vieron llegar a una niña de veinte meses con un lápiz
atravesando su ojo derecho.
Olivia Smith
ha vuelto a vivir. Apunto de cumplir dos años, la pequeña ha tenido
mucha suerte y un grupo de 50 médicos ha conseguido extraerle el lápiz
sin que tenga consecuencias graves en su cerebro. La niña estaba
coloreando cuando accidentalmente se cayó del sofá, y un lápiz de color
entró en por su ojo derecho, cruzó por su cerebro y se alojó cerca de su
oreja izquierda en el hemisferio izquierdo del cerebro. Cuando sus
padres vieron la punta del lápiz, pensaron que se había roto y no se
dieron cuenta que la estructura del lápiz estaba dentro de la cabeza de
su hija.
"El lápiz entró sin dañar las principales
arterias, venas y nervios así que tuvimos suerte y la operación fue
difícil pero no traumática”, declaraba el Dr. Darren B. Orbach,
neurocirujano en el Hospital de Niños de Boston.
Sin embargo, había un largo camino por recorrer para asegurar que el lápiz no había causado daños mayores. Olivia fue sometida inmediatamente a una sedación para que no se moviera.
Para
asegurarse de que no había astillas u otras piezas del lápiz, los
médicos realizaron varios análisis y una angiografía, un procedimiento
en el cual se inyecta un dispositivo a través del cuerpo para que los
profesionales médicos puedan ver si hay lesiones pequeñas. Incluso una pequeña pieza de madera puede causar una hemorragia interna.
El
pediatra Shenandoah Robinson trabajó codo con codo con Orbach para
retirar el lápiz milímetro a milímetro, hasta que fuera eliminado por
completo. Olivia permaneció aturdida durante varios días, pero poco a
poco la pequeña fue mejorando y acabó sentada en la cama comiendo helado
y riendo con su madre. Un milagro hecho realidad.
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