Las elecciones que se están celebrando en Italia podrían formar parte del guión de una película de los hermanos Marx. Entre un payaso profesional, como Beppe
Grillo y uno vocacional, como Silvio
Berlusconi,
y otros que pese a que no quieren formar parte de este circo lo
demuestran con sus declaraciones desafortunadas o sus hechos tan
rocambolescos que hace que las elecciones italianas sean una parodia a
nivel mundial.
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ya
ha demostrado durante su etapa como primer ministro y después con
varios líos de faldas que la seriedad no va co su persona. Como no podía
ser de otra manera, 'Il Cavaliere' tuvo un desafortunado día de
voto ya que fue recibido al llegar al colegio Dante Alighieri de Milán
por tres chicas con el pecho descubierto al estilo del movimiento de
protesta ucraniano Femen que protestaban con gritos de "basta
Berlusconi, basta Berlusconi".
Los
policías consiguieron aplacarlas y alejarlas del lugar y tras este
pequeño incidente, el líder de la coalición de centroderecha entró en la
cabina de voto para marcar su opción preferida y después depositó las
papeletas en las urnas.
'Il Cavaliere' ha
quebrantado la jornada de reflexión previa a la celebración de las
elecciones generales para arremeter contra la Justicia. "El Poder
Judicial es peor que la mafia siciliana", ha declarado, antes de cargar
contra Alemania, la Unión Europea (UE) y su rival Mario Monti.
"El
Poder Judicial es una mafia más peligrosa que la mafia siciliana y lo
digo sabiendo que he dicho algo muy gordo", ha enfatizado Berlusconi, en
alusión a la mafia radicada en Sicilia, también conocida como Cosa
Nostra.
Antes que Berlusconi había votado también en Milán, el candidato de los "
moderados"
y primer ministro dimisionario, Mario Monti, mientras que en Piacenza
(norte de Italia) lo hizo el líder del centroizquierda, Pier Luigi
Bersani, y en Roma, el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
El
último primer ministro italiano tampoco sale ileso de la turbulenta
jornada electoral ya que forma parte del elenco de políticos que le
tomaron el pelo a la sociedad italiana al decir que era el favorito de
la canciller alemana Angela Merkel, algo que no ha demostrado en ningún
momento. La lista que encabeza 'Il Professore' estaría según los últimos sondeos en torno al 13%.
Las
elecciones generales de Italia registraron este domingo en las primeras
horas de voto una caída en la participación de 1,57% con respecto a los
comicios de 2008, situándose la afluencia a las 12:00 hora local (11:00
GMT) en el 14,94 %.
"Toda la izquierda europea confía en tu triunfo. Ánimo y adelante",
ha dicho Rubalcaba a Bersani desde su cuenta personal de la red social
Twitter, tras lo cual ha añadido el 'hashtag' #italiagiusta (que
significa 'Italia justa'), lema del candidato italiano en estas
elecciones. El lider de la izquierda italiana llega a estas elecciones como 'Il Farsante' ya que dijo que por culpa de Berlusconi y
de su carta (enviada a las familias en la que les explica cómo podrán
recuperar el dinero pagado en 2012 por el Impuesto sobre Bienes
Inmuebles, su promesa electoral estrella), había cola en las oficinas de Correos de todo el país.
Por su parte, el movimiento
"antisistema" del cómico Beppe Grillo
puso a temblar a la clase política italiana después del cierre
apoteósico el viernes de su campaña para las elecciones legislativas en
Italia.
El payaso profesional ha estafado a los italianos en las
calles durante su carrera electoral en donde criticó la amnistía fiscal
para los ricos, pero él mismo la utilizó dos veces.
Cabe
destacar al gran mentiroso de estas elecciones que para tranquilidad de
los ciudadanos italianos ya no encabeza ninguna lista. Oscar Giannino,
periodista y fundador junto con economistas e intelectuales del partido
'Parar el declino', dió marcha atrás a menos de una semana del voto.
El 18 de febrero de 2013, el economista Luigi Zingales, alegó que el periodista había mentido acerca de sus
credenciales académicas.
En particular, según algunos planes de estudio el periodista declaró
que había obtenido la Booth School of Business en Chicago, un título que
nunca obtuvo.
Con estos precedentes,
Italia vive una jornada llena de mentira, trampa e incertidumbre y un futuro Gobierno que no será de fiar y que muchos analistas fijan en no menos de dos años de vigencia.