sábado, 23 de febrero de 2013

Las elecciones en Italia bien podían formar parte de una película de los hermanos Marx

Las elecciones que se están celebrando en Italia podrían formar parte del guión de una película de los hermanos Marx. Entre un payaso profesional, como Beppe Grillo y uno vocacional, como Silvio Berlusconi, y otros que pese a que no quieren formar parte de este circo lo demuestran con sus declaraciones desafortunadas o sus hechos tan rocambolescos que hace que las elecciones italianas sean una parodia a nivel mundial.

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ya ha demostrado durante su etapa como primer ministro y después con varios líos de faldas que la seriedad no va co su persona. Como no podía ser de otra manera, 'Il Cavaliere' tuvo un desafortunado día de voto ya que fue recibido al llegar al colegio Dante Alighieri de Milán por tres chicas con el pecho descubierto al estilo del movimiento de protesta ucraniano Femen que protestaban con gritos de "basta Berlusconi, basta Berlusconi".

Los policías consiguieron aplacarlas y alejarlas del lugar y tras este pequeño incidente, el líder de la coalición de centroderecha entró en la cabina de voto para marcar su opción preferida y después depositó las papeletas en las urnas.

'Il Cavaliere' ha quebrantado la jornada de reflexión previa a la celebración de las elecciones generales para arremeter contra la Justicia. "El Poder Judicial es peor que la mafia siciliana", ha declarado, antes de cargar contra Alemania, la Unión Europea (UE) y su rival Mario Monti.
"El Poder Judicial es una mafia más peligrosa que la mafia siciliana y lo digo sabiendo que he dicho algo muy gordo", ha enfatizado Berlusconi, en alusión a la mafia radicada en Sicilia, también conocida como Cosa Nostra.
Antes que Berlusconi había votado también en Milán, el candidato de los "moderados" y primer ministro dimisionario, Mario Monti, mientras que en Piacenza (norte de Italia) lo hizo el líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, y en Roma, el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
El último primer ministro italiano tampoco sale ileso de la turbulenta jornada electoral ya que forma parte del elenco de políticos que le tomaron el pelo a la sociedad italiana al decir que era el favorito de la canciller alemana Angela Merkel, algo que no ha demostrado en ningún momento. La lista que encabeza 'Il Professore' estaría según los últimos sondeos en torno al 13%.

Las elecciones generales de Italia registraron este domingo en las primeras horas de voto una caída en la participación de 1,57% con respecto a los comicios de 2008, situándose la afluencia a las 12:00 hora local (11:00 GMT) en el 14,94 %.

"Toda la izquierda europea confía en tu triunfo. Ánimo y adelante", ha dicho Rubalcaba a Bersani desde su cuenta personal de la red social Twitter, tras lo cual ha añadido el 'hashtag' #italiagiusta (que significa 'Italia justa'), lema del candidato italiano en estas elecciones. El lider de la izquierda italiana llega a estas elecciones como 'Il Farsante' ya que dijo que por culpa de Berlusconi y de su carta (enviada a las familias en la que les explica cómo podrán recuperar el dinero pagado en 2012 por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, su promesa electoral estrella), había cola en las oficinas de Correos de todo el país.

Por su parte, el movimiento "antisistema" del cómico Beppe Grillo puso a temblar a la clase política italiana después del cierre apoteósico el viernes de su campaña para las elecciones legislativas en Italia. El payaso profesional ha estafado a los italianos en las calles durante su carrera electoral en donde criticó la amnistía fiscal para los ricos, pero él mismo la utilizó dos veces.
Cabe destacar al gran mentiroso de estas elecciones que para tranquilidad de los ciudadanos italianos ya no encabeza ninguna lista. Oscar Giannino, periodista y fundador junto con economistas e intelectuales del partido 'Parar el declino', dió marcha atrás a menos de una semana del voto.
El 18 de febrero de 2013,  el economista Luigi Zingales, alegó que el periodista había mentido acerca de sus credenciales académicas. En particular, según algunos planes de estudio el periodista declaró que había obtenido la Booth School of Business en Chicago, un título que  nunca obtuvo.
Con estos precedentes, Italia vive una jornada llena de mentira, trampa e incertidumbre y un futuro Gobierno que no será de fiar y que muchos analistas fijan en no menos de dos años de vigencia.

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