El rescate de la joven Reshma Begum ha conmocionado el mundo. Tras 17 días enterrada viva, los servicios de rescate han podido salvar a esta joven de 19 años, la primera en resistir tanto tiempo bajo los escombros.
Un día antes, salía a la luz la imagen del año. Una pareja abrazaba debajo de los escombros ponía los pelos de punta al pueblo de Bangladesh y al resto de la humanidad. La autora de la fotografía, Taslima Akhter, activista y fotógrafa en el país de la tragedia, ha dado sus primeras impresiones sobre el rescate para Teinteresa.
Hoy ha sido un día histórico para la humanidad. Salvar a una joven de 19 años tras 17 días enterrada es un milagro. La gente aquí sólo habla de milagro", aseguraba Taslima con voz tenue.
Cuando se enteró de la gran noticia, Taslima no daba crédito y se apresuró a la zona de la catástrofe. "Me llamó un redactor de un periódico local y me dijo que si quería hacer yo la foto de Reshma, pero no llegué a tiempo", sentenciaba la activista.
Los servicios de rescate no dan a nadie por vivo pero siempre queda la esperanza como ha pasado con Reshma. "La situación a día de hoy es muy trágica pese a ver viva a Reshma. Cada día sacan muchos cuerpos sin vida y sólo se escuchan lloros", dice Taslima.
Más de 1000 muertos ha dejado el trágico accidente en Bangladesh pero la sonrisa de Reshma ha cambiado por un día la cara de tristeza de los supervivientes y familiares por una sonrisa. "He podido hablar con el marido y la hermana de Reshma y me han dicho que es un auténtico milagro que esté viva. Esperaban encontrarla muerta pero el destino ha dado un vuelco y les ha sonreido", asegura Taslima.
Reshma descansa ahora en el hospital y estará al menos una semana hasta que se recupere. "Mucha gente quiere verla y preguntarla cómo ha sido estar tanto tiempo viva pero los médicos no la dejan hablar", afirma la fotógrafa.
Cuando apareció la joven de 19 años con vida lo único que quería era comer y beber. "Reshma sólo quería comer y los médicos no tardaron en darle un vaso de agua con galletas", asegura Taslima que está pendiente de lo que ocurre en un país donde la cifra de muertos crece en el peor accidente industrial desde el desastre de Bhopal en India, en 1984, superara las 1.000 personas mientras los se luchaba por terminar el rescate.
sábado, 11 de mayo de 2013
Rescatan a una mujer en Bangladesh: “No pensé que vería de nuevo la luz”
La joven costurera de 19 años, Reshma Begum ha vuelto a nacer. Los socorristas rescataron a una superviviente de entre los escombros del edificio de talleres textiles que se derrumbó el pasado 24 de abril en Bangladesh, causando más de 1.000 muertos, según las imágenes difundidas en directo por la televisión en Bangladesh.
"Se llama Reshma Begum. Puede que tuviera reservas de agua o que haya logrado beber el agua que hemos regado nosotros durante estos días", ha relatado a la agencia France Presse Ahmed Ali, jefe de los bomberos. Responsables de los servicios de rescate anunciaron poco antes que la mujer había sido localizada gracias a sus gritos pidiendo ayuda bajo los escombros del edificio Rana Plaza, ubicado en las afueras de Dacca, en el decimoséptimo día de las operaciones de búsqueda y despeje de los escombros.
Más de 408 horas enterrada sin agua ni comida y apunto de morir, Reshma no quería irse de este mundo y se desgañitó para que la escucharan. "He escuchado las voces del equipo de rescate durante varios días", ha manifestado Begum al canal privado Somoy desde la cama de su habitación, rodeada de doctores y enfermeras. "Seguí golpeando los escombros con palos y barras para atraer su atención". "Nadie me oía y era terrible", ha continuado en su relato, recogido en The Washington Post, "nunca pensé que volvería a ver la luz de nuevo".
Según la televisión Somoy TV, la mujer encontró refugio entre las ruinas de una sala de oración en el sótano del edificio donde operaban cinco talleres textiles. "Tenía alguna comida deshidratada cerca y es lo que comí durante 15 días. Los dos últimos días sólo tomé agua. Bebía una pequeña cantidad de agua para que me durara", ha narrado.
Los socorristas y la multitud reunida en el lugar del accidente ovacionaron a la mujer efusivamente mientras que era llevada hacia una ambulancia. La mujer logró responder a los aplausos con una leve sonrisa.
"Fue localizada en un hueco entre una viga y una columna. Su nombre es Reshma. Quizá tenía alguna reserva de agua o quizá bebió un poco del agua que inyectamos en el edificio", declaró Ahmed Ali.
Un miembro del equipo de rescate dijo que la escucharon pedir ayuda a gritos cuando inspeccionaban las ruinas del Rana Plaza.
"Mientras que estábamos despejando los escombros, gritamos para saber si había algún superviviente. Fue entonces cuando la escuchamos decir: 'Por favor, sálvenme, por favor, sálvenme", declaró el socorrista al canal local Somoy.
Otro socorrista dijo que la mujer había tenido acceso a comida durante dos semanas, pero que sus reservas se habían agotado hace dos días.
"Nos dijo que no había comido durante los últimos dos días, y que había comido galletas", añadió el socorristas. "Nos dijo que había encontrado un lugar seguro, con un poco de aire y luz".
RESCATE HISTÓRICO
Este rescate milagroso ocurrió en momentos en que el ejército estaba a punto de concluir las operaciones de rescate tras haber descubierto otras decenas de cuerpos bajo los escombros de las escaleras, donde los obreros habían intentado encontrar refugio.
El balance de la peor catástrofe industrial de la historia de Bangladesh alcanzó los 1.041 muertos, declaró el oficial que supervisa las operaciones, el general Siddiqul Alam Sikder.
Los operarios dotados de "grúas, palas mecánicas y excavadoras" retiraron el jueves unos 130 cuerpos en descomposición, en su mayoría de mujeres empleadas de los talleres, mientras seguían avanzando hacia niveles inferiores del edificio de nueve pisos.
El Rana Plaza, un edificio de nueve plantas que albergaba cinco talleres de confección, se desmoronó como un castillo de naipes el 24 de abril, un día después de que los operarios avisaran de que había enormes grietas en las paredes. Más de 3.000 operarios estaban trabajando.
Bangladesh es el segundo productor de ropa del mundo gracias a los bajos salarios y a la abundante mano de obra. Este sector clave de la economía, que genera 29.000 millones de dólares por año, representó el año pasado el 80% de las exportaciones del país.
Pero desde hace años, las ONG denuncian las deplorables condiciones de trabajo y las normas de seguridad en esta industria, lo que ha llevado a las marcas internacionales de ropa a amenazar con dejar de comprar en el país si el gobierno no mejora la seguridad urgentemente.
Los incendios suelen ser frecuentes en los 4.500 talleres de confección de Bangladesh, situados la mayoría de las veces en edificios vetustos o de construcción defectuosa y dotados con una red eléctrica precaria.
En noviembre de 2012, murieron 111 personas en un incendio en una empresa textil.
La Clean Clothes Campaign, una asociación de defensa de los trabajadores del textil, cuya sede se encuentra en Amsterdam, afirma que más de 700 empleados de la confección han muerto en incendios en el país desde 2006.
Bangladesh anunció el cierre de 18 fábricas textiles en Dacca y Chittagong, la segunda ciudad del país, tras comprometerse con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a tomar medidas inmediatas para reforzar la seguridad en las fábricas a raíz del drama del Rana Plaza.
Las marcas occidentales han criticado las condiciones de seguridad deficientes de los operarios pero siguen comprando, suscitando las críticas por el doble discurso que consiste al final en cerrar los ojos a los "talleres de la miseria".
Un grupo de expertos de la ONU exhortó a las grandes marcas internacionales de ropa que no se vayan de Bangladesh sino que trabajen en colaboración con el gobierno, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para mejorar las condiciones laborales.
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